Cuando
los equipos carecen de identidad, termina pasando lo que se ha hecho una
costumbre para nosotros los Colocolinos durante el último tiempo. Desde que ByN
desarmó de manera indiscriminada –año tras año- los planteles que se fueron
formando gracias a la riqueza de nuestra cantera, el Cacique viene sufriendo de
un problema que va más allá del entrenador de turno.
Es
triste decirlo, pero Colo Colo está viviendo duros momentos en las diversas
áreas del club. Tal vez los más difíciles desde hace bastante años. Y sinceramente
no veo por donde se pueda encontrar un punto de inflexión al panorama reinante. Al menos en el corto plazo... Es cosa de ver un partido del Cacique y observar como hay muchísimos jugadores
que no tienen pasión por lo que hacen. No basta con colocar el pecho a las balas o reconocer el error en
alguna jugada en particular. Es necesario que los profesionales del fútbol
aparezcan con sus rendimientos y las jerarquías en el campo de juego. Es ahí
donde tienen que hablar… Pero cuando nos tratan de explicar los fracasos
deportivos y las derrotas estrepitosas con argumentos como: “entramos desconcentrados a la cancha” o
“durante la semana trabajaremos para que
los errores no se vuelvan a repetir”, eso derechamente me perturba y me
irrita.
Y me
molesta porque queda claro que el tema no va por ahí… Los errores, el desgano y
las falencias de muchos jugadores se vienen haciendo una constante en cada
partido, desde hace meses. Y en algunos otros jugadores, desde hace años.
En
Colo Colo queda claro que hay un problema grave de actitud. Hay jugadores que
derechamente no sienten la camiseta. Y lo que es peor, hay muchos que están en
el club más importante de Chile, pero no muestran ni un ápice del rendimiento,
del nivel, de la jerarquía, de la pasión y de la entrega que se exige para ser
defensores de esta importante y gloriosa institución.
A lo
largo del torneo y en partidos claves hemos visto como algunos jugadores
desaparecen de la faz de la tierra. Llamados a ser protagonistas, simplemente
terminan desaprovechando las posibilidades que el talento les ha brindado para
trascender en la actividad futbolística. En ese sentido la falta de jerarquía
es preocupante. Frente a la UC o ante las madres el jugador que no tiene el
nivel y la actitud para vislumbrar, es porque no sirve y punto. Y ciertamente
que hubo muchos que no aprobaron el examen y hoy están repitiendo el año.
Sin
embargo, lo que llama aun más la atención es la falta identidad que tienen
muchos de los futbolistas que salen domingo a domingo a la cancha. Identidad
como la que trasunta por los poros el histórico Luís Mena Irarrázabal, que a
pesar de no tener una camiseta de titular, el zaguero asume con profesionalismo
el lugar que el técnico de turno le encomiende: sea como protagonista del fin
de semana o esperando su oportunidad desde la banca de suplentes.
Pero
lamentablemente, ejemplos como el de Luchito Mena prácticamente no quedan. Son
muchísimos más los casos de falta de identificación con el club que tanto amamos. Es así
como, hasta no hace mucho, seguíamos oyendo a varios
jugadores sostener -desde el primer día que pisaron el Monumental- que usaban a
Colo Colo como un trampolín para arribar a otros mercados. Torres y Miralles, dos
exponentes de esa penosa política.
Aunque
otros fueron aun más lejos en sus actuaciones y declaraciones. Inolvidable será
el caso del joven Diego Rubio. El delantero que nos hizo creer a todos que cumplía
su “sueño” al vestir la camiseta del Popular, luego de formarse en San Carlos
de Apoquindo, llegaba a Pedrero para supuestamente debutar, marcar goles, ganar
clásicos, celebrar junto a la hinchada y campeonar con Colo Colo… pero cuando el
joven hacía sus primeras armas en el fútbol profesional, junto a una planificada
maniobra de su padre y representante, se les presenta la posibilidad de firmar
un interesante contrato con un club portugués, y en un par de días el amor, los
sueños y los campeonatos que el joven atacante ofreció a la hinchada,
terminaron quedando en el baúl de los recuerdos.
En
razón de lo anterior, lo sucedido en el clásico jugado en el Monumental es otro
aviso de alerta. Contra las madres no había ningún jugador en cancha que
hubiese salido de nuestras inferiores. Ninguno que hubiese sido fruto de la
fuente de identidad Colocolina por excelencia. Absolutamente ninguno… ¿Y no éramos el club
históricamente reconocido por ser el semillero de los mejores?...
Para
no dilatar mucho el análisis, la respuesta es clara y precisa… Blanco y Negro
mató nuestras gloriosas juveniles y eso no admite discusión alguna. La Concesionaria
ha sido incapaz de sustentar el trabajo exitoso que por décadas se realizó en
las inferiores albas. No basta con levantar un par de copas en las series
menores para creer que el desarrollo de la labor formativa está garantizado. Como
acontece en todos los clubes de fútbol del mundo, el éxito del trabajo en las
inferiores se mide por los frutos que éstas entregan al fútbol profesional. Frutos
que durante los seis años de administración de ByN no han existido.
Es
tan grave el problema de identidad en el Cacique, que para el partido contra
O´Higgins el capitán fue Christian Vilches, jugador que solo lleva cuatro meses
en el club… y la gravedad no guarda relación con la persona de Vilches. Lo
preocupante de la decisión es que revela que no hay referentes en el equipo que
estén –naturalmente- llamados a colocarse la jineta. No hay jugadores que estén
identificados con Colo Colo. O que por último sean de casa.
Durante
el mismo clásico, ante la irrupción de los antisociales que se colgaron de las
rejas para demorar el desarrollo del encuentro, desde la cabina técnica tuvo
que correr José Daniel Morón para que se bajaran. Ningún jugador en cancha se
atrevió a acercarse si quiera al borde del campo. Seguramente nadie los habría
tomado en cuenta. Otro hecho que muestra la falta de referentes en este equipo.
En
ese contexto, Esteban Paredes es –hoy por hoy- el único jugador en la
actualidad que es titular indiscutido y referente del plantel. El delantero que
si bien no nació en el Cacique, a punta de esfuerzo, entrega, categoría y
goles, ha demostrado que el reconocimiento se gana de esa manera: jugándose la
vida por la camiseta de Colo Colo… y es por eso que merecidamente lleva consigo
la jineta de capitán.
Pero
tristemente no hay otro y eso en Colo Colo nos debe llamar a la reflexión. Ojalá
no sucediera, pero ante una eventual partida del delantero al extranjero ¿Quién
emergería como el líder natural de este equipo? ¿Quién sería merecedor
indiscutido de la jineta de capitán? ¿Quién sería la voz autorizada del plantel
de jugadores? …Ciertamente que no se vislumbra a nadie en el horizonte, a menos
que llegaran algunos repatriados… pero el problema seguiría sin solución.
Hoy
Colo Colo carece de identidad. Y lo alarmante es que esta enfermedad se ha ido
ramificando a los más diversos estamentos del club, como un cáncer que nadie
detiene y que carcome hasta la esencia del club. Desde que el Cacique pasó a
manos de empresarios, el club perdió aquello que por décadas lo diferenció del
resto de las instituciones deportivas. Aquello que delicadamente recita nuestro
Himno. Aquello que honrosamente nos ha situado como el Más Grande.
Es
por eso que desconcierta nuestra realidad. Es por eso que no podemos quedarnos
de brazos cruzados ni tranquilos ante esta situación. Debemos remecernos como
hinchas. Colo Colo es de la gente. Aunque esté siendo administrado por
inversionistas, Colo Colo es y será de la gente… de la gente que ama a este
club no por sus copas ni sus triunfos. Sino que por su sangre altiva y noble
corazón…. Como aquel gran corazón que alguna vez dejó en cancha el mismísimo
David Arellano.
"... ES COLO COLO VALIENTE, FUERTE Y GRANDE
ResponderEliminarDE SANGRE ALTIVA Y NOBLE CORAZÓN".
"LAURELES DEJA POR TODOS LOS CAMINOS
QUE VIRILMENTE LUCHANDO CONQUISTÓ".
"COLO COLO REPRESENTA NUESTRA RAZA SIN IGUAL,
POR SU EMPUJE Y CORAJE
EN LAS CANCHAS COMO EL COLO COLO NO HAY".
TRES PÁRRAFOS DEL HIMNO DE NUESTRO QUERIDO COLO COLO. ¿LO HABRÁN LEÍDO O CANTADO ALGUNA VEZ LOS ACTUALES JUGADORES DEL PLANTEL?
SIENTO PENA Y VERGÜENZA POR LO QUE PASA TANTO A NIVEL DIRECTIVO, CUERPO TÉCNICO Y JUGADORES.
¿QUÉ PASA CON NUESTRAS DIVISIONES CADETES? RECUERDO QUE EL MISMO J. PIZARRO, (QUE TAN MAL LO HA ECHO AHORA)ESTANDO COLO COLO EN QUIEBRA FUÉ CAMPEÓN CON EL AL FRENTE CON JUGADORES JÓVENES CON GANAS DE TRIUNFAR Y LO CONSIGUIERON. ¿ESTAN DIFÍCIL HACERLO AHORA? CON LOS JÓVENES DE CADETES CREO PASARÍAMOS MENOS VERGÜENZA QUE LA QUE ESTAMOS PASANDO. TRAEN EXTRANJEROS QUE SOLO GANAN PLATA Y NO LE DAN OPORTUNIDADES A LOS JÓVENES QUE NO DUDO, AL MENOS MOJARÍAN LA CAMISETA. ¡VERGONZOSO!