martes, 21 de junio de 2011

AL TOLO GALLEGO LE LLEGÓ LA HORA DE CUMPLIR.


No llevábamos ni la mitad del torneo de apertura del presente año y ya muchos queríamos que terminara de una vez por todas. La necesidad de renovar el plantel era evidente. Todo Colocolino medianamente informado sabía que el despreocupado de Cagna nos había dejado con un plantel mal conformado y pésimamente trabajado en lo físico.

Si bien el cambio en la dirección técnica parecía dar resultado en un comienzo, rápidamente el Tolo se dio cuenta que dentro del plantel, no había mucho donde recurrir en cuanto a calidad ni tampoco a cantidad. Para que hablar del verdadero hospital en que estaba transformado el Monumental a consecuencia de una pésima pretemporada.

Con el transcurrir de los partidos empezaron a venir las derrotas y Gallego públicamente reconoció -en más de una ocasión- que su equipo no tenía suficiente nivel. Si me preguntan qué opiné en ese momento, personalmente estimé que el argentino había cometido un gran error. Un buen jefe –sea como sea- debe siempre salir a poner la cara y no salvarse el pellejo a costa de sus jugadores. Es cierto que a veces declaró, “cuando ganamos, ganan los jugadores, y cuando perdemos es culpa mía”, pero también es cierto que cuando lo dijo, lo hizo utilizando un leve tonito de ironía.

A consecuencia de lo anterior, nos enteramos que tanto don Levy como los propios jugadores le solicitaron al técnico que “suavizara” sus palabras. Evidentemente no era bien visto en el directorio de ByN, ni mucho menos en el camarín, que el propio entrenador hablara mal de su plantel.

En lo futbolístico vinieron derrotas sorpresivas y dolorosas. El primer traspié ante Audax, luego la eliminación de Copa Libertadores con Cerro Porteño y la derrota con las lechuzas, fueron dejando una sensación extraña en muchos de los hinchas. Con el partido de ida ante la UC en el Monumental y la estrepitosa derrota que nos propinaron, de la extraña sensación, pasamos definitivamente a entender que este equipo ya nada tenía que hacer en los play-off.

Hoy, a solo días de iniciar la Copa Chile y a semanas de comenzar el Torneo de Clausura, al Tolo le llegó la hora de hablar menos y rendir más. Gallego tiene claro que en Colocolo hay que ganarlo literalmente todo. La excusa que lo liberó entre comillas del paupérrimo primer semestre del equipo, ya no corre. Ahora sí que este plantel será conformado por él, y evidentemente nosotros los hinchas estaremos mucho más exigentes a la hora de los planteamientos, rendimientos y de los resultados.

En lo personal el Tolo Gallego en su primer semestre me desencantó. El cartel de ganador que tiene y con el cual se auto publicitó, definitivamente no quedó reflejado en la cancha, y no precisamente por los resultados, sino más bien por los planteamientos que elaboró en todos los partidos trascendentales y decisivos.

Entonces, ¿qué podemos esperar del Tolo para el clausura?  Básicamente que cumpla con lo que dijo a su llegada de vacaciones: "Ya sé cómo manejar este auto y Dios quiera que seamos campeones".

A mi solo me resta decir ...que así sea!!


3 comentarios:

  1. Claramente con el Tolo quedó la sensación de que se pudo hacer algo más y decepcionó, porque muchas veces nos dieron vuelta partidos que pintaban como victoria segura.

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  2. Claramente con el Tolo quedó la sensación de que se pudo hacer algo más y decepcionó, porque muchas veces nos dieron vuelta partidos que pintaban como victoria segura.

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  3. Efectivamente!
    Me parece que el equipo en mchos partidos, y fdtalmente los desicivos debió ganarlos. Con la uc, con la u, con cerro al menos ibamos ganando y justamente, en los cambios se desarmó todo y nos dieron vuelta el marcador...

    entonces, yo me pregunto: casualidad?

    yo creo q no!

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