viernes, 12 de agosto de 2011

¿QUIÉN SE ROBÓ A COLO-COLO? ... 2da PARTE


...Con todo lo anteriormente descrito, las responsabilidades no se hicieron esperar. Peter Dragicevic, Gabriel Artigues (Gerente del club) y otros miembros de la directiva, así como el asesor externo Jorge Vergara Nuñez fueron responsabilizados de todo este despilfarro y del descalabro que significó tener a Colo Colo en esta delicada situación. Las acusaciones por la mala administración del club, que terminaron por una deuda descomunal por concepto de remuneraciones, premios y primas con los jugadores y cuerpo técnico. La supuesta evasión tributaria en los contratados celebrados y ejecutados por Colo Colo en dichos items. La inexistencia de contabilidad entre 1998 y 2002. Gastos operacionales que no se rendían cuenta. Suscripción de dobles contratos que simulaban remuneraciones siderales que en la práctica no existían…ufff en lo concreto, un sin fin de sucias prácticas que de ser reales, bordeaban en lo netamente delictual… Y que con el transcurso del tiempo nos seguimos preguntando: ¿Qué tan ciertas eran estas acusaciones?

El ex Secretario de Colo Colo, Luís Maluenda, sostenía por aquel entonces que el señor Dragicevic violaba los Estatutos del club. Según el abogado y ex dirigente, el señor Peter Dragicevic trabaja a espaldas del directorio. Los Estatutos exigen que todo contrato debe ser celebrado, aprobado y ratificado por todo la mesa del directorio, hecho que a juicio de Maluenda, en ocasiones no se hacía.

En lo que respecta a Vergara Nuñez, cientos de historias se empezaron a repetir entre antiguos dirigentes, ex jugadores y funcionarios que en algún momento conocieron y/o trabajaron con el asesor. Muchos coincidían que el mano derecha de Dragicevic era parte importante de la horrible crisis que afectaba a la institución. El mismo Maluenda en una entrevista al El Mercurio –en febrero del 2002- aseguraba que “Vergara Nuñez volvió como asesor personal del señor Dragicevic, pero pagado por el club (…) Era una especie de suprapoder, que decidía todo en la parte futbolística”

Con todos estos antecedentes poco debió pasar para que se interpusieran las primeras acciones legales en contra del club y de sus regentes. Es así como vimos llegar –la ya descrita- solicitud de quiebra en contra de la Corporación. En seguida la declaración de quiebra en contra del Club Social y Deportivo Colo Colo y con ello, el sin fin de personas jurídicas y naturales que fueron sumándose al listado interminable de acreedores. La noticia era portada en Chile y en el extranjero. El gran equipo chileno, el único con tremendos logros deportivos a nivel internacional caía en el descalabro financiero e institucional.

Con la renuncia de Dragicevic a la Presidencia, el club pasaba a ser conducido y administrado por el Síndico. El estado de quiebra hacía cesar en las funciones a todos los dirigentes de la administración de Dragicevic. De tal manera que Juan Carlos Saffie emergía como el “gran salvador” de un Colo Colo caído –y por muchos pateado- en el suelo.

Las querellas tampoco se hicieron esperar. Ante el Trigésimo tercer Juzgado del Crimen de Santiago, el Servicio de Impuestos Internos interpuso una querella criminal en contra Dragicevic y otros integrantes de su mesa directiva. Como primera medida, se dictó el arraigo de los procesados. Entre los querellados figuraban los ex dirigentes, Luís Baquedano y René Reyes, el ex Gerente General, Gabriel Artigues y el ex contador, Héctor Martínez.

Como respuesta a toda esta debacle, en marzo del 2002, la gran hinchada Alba no podía quedar indiferente a esta grave situación. El Colocolino y la Colocolina se reunió detrás de algunos ídolos del club y figuras del espectáculo, para que con el aporte voluntario e íntimo de cada hincha a lo largo del país y del mundo, se pudiera conseguir recursos que sirvieran para hacer frente a esta situación de deuda que vivía el club de nuestros amores. Es así como surgió la Colotón.

En la cancha, un juvenil Colo Colo al mando de Jaime Pizarro, hacía un Torneo de Apertura excelente para las reales expectativas que se tenían. Luego de ganar la fase regular, el Cacique queda tristemente eliminado en semifinales a manos de Rangers. Sin embargo, en el recuerdo quedarán aquellos triunfos sobre Cobreloa en el césped inexpugnable de Calama, así como el triunfo ante las chiquillas de azul. Aquel encuentro, en que Francisco Huaiquipán se consagró como el héroe de la jornada. Por su parte, cabe destacar el tremendo torneo de Sebastián González, quien con goles y amor incondicional por la camiseta, se ganó el cariño, el aprecio y el recuerdo imborrable del Colocolino. Luego del torneo, Chamagol partiría a México.

A comienzo del mes de julio el ex dirigente y miembro de la directiva del club, Martín Hoces, es detenido por una deuda que el club mantenía con un hotel capitalino. A los pocos días es dejado en libertad. Sin embargo, a los tres días de aquel acontecimiento, el turno era de Peter Dragicevic, quien luego de prestar declaración ante la Jueza Eleonora Domínguez del 33º Juzgado del Crimen de Santiago, la Magistrada ordenó la detención del ex timonel de Colo Colo y su ingreso al anexo cárcel Capuchinos. Las acusaciones eran por el delito de fraude tributario en una suma cercana a los 2.400 millones de pesos y supuestas irregularidades en los contratos de los jugadores.

Pasados unos días, la defensa de Peter Dragicevic recurrió de Amparo ante la Corte de Apelaciones de Santiago, recurso que fue acogido por la unanimidad de la sexta sala del Tribunal de alzada y por tanto, se revocó el auto de procesamiento que recaía en su contra. Con esto, el ex timonel quedó en libertad tras permanecer casi una semana en Capuchinos. Lo interesante de esta resolución es que unánimemente, los tres integrantes de la sala, determinaron que Dragicevic no había actuado con dolo. Resolución que la Corte Suprema confirmó en fallo divido por 4 votos a favor y 1 en contra.

Mientras los socios e hinchas buscaban alternativas legales y económicas para sacar a Colo Colo de esta condición de quiebra, se sucedían otros acontecimientos de importancia y connotación para el club. Es así como, la Inmobiliaria Estadio Colo Colo S.A. solicita a la Justicia su propia quiebra, la que quedó declarada en noviembre del 2002. El objetivo de esta medida –como dije- era evitar el remate de nuestro bien más preciado, aquel que tanto costó levantar, el Estadio Monumental.

A claras luces, todo resultaba nefasto en torno al Cacique. A la hora de hablar de Colo Colo, todo se relacionaba con denuncias, querellas, acusaciones, estafas, defensas y Tribunales. Sin embargo no todo era tan malo. En la cancha, un grupo de jugadores, la mayoría de ellos nacidos en casa, liderados por Marcelo Espina y Marcelo Barticciotto, y dirigidos por el Kaiser Pizarro, nos brindaban una de las alegrías más grandes que ha sentido el pueblo Colocolino en el último tiempo. Salir campeón del Torneo de Clausura 2002 en la mismísima quiebra y con ello, bajar la estrella número 23 del firmamento.

Es así como Víctor Loyola, Braulio Leal, Luís Mena, David Henríquez, Alonso Zúñiga, Marcelo Barticciotto, Marcelo Espina, Ignacio Quinteros, Raúl Muñoz, Mario Cáceres, Eduardo Lobos, Manuel Neira, Silvio Fernández, Joel Reyes, Gino Reyes, Francisco Huaquipán, Marco Millape, Nicolás Tagliani, Rodolfo Madrid, Enzo Vera, Vicente Principiano, Miguel Aceval, Jorge Valdivia, Miguel Riffo, Gonzalo Fierro y Fernando Meneses; fueron los artífices de tan grandiosa hazaña. Todo este grupo de profesionales, que vieron reducidos considerablemente sus sueldos, que tuvieron que enfrentarse a condiciones adversas durante todo el año y que escasa experiencia tenían en el primer equipo, jugaron y terminaron siendo campeones con el empuje y coraje que caracteriza a los nacidos en esta institución. Justamente por el amor inmenso que le pusieron a cada encuentro, y porque conocían en carne propia lo que significa Colo Colo, es que muchos hinchas reventamos en lágrimas de felicidad al ver a Espina junto a Barticciotto levantar aquella Copa, que venía a sanar –en parte- el dolor inmenso que sentíamos de ver a un Colo Colo quebrado.

En lo netamente institucional las cosas parecían levemente mejorar. Luego que transcurrieran casi once meses de situación de quiebra, el 13 de diciembre del 2002, el club junto a una gran mayoría de los acreedores logró acordar un convenio judicial, el que permitiría que Colo Colo pudiera salir del estado de quiebra. Es así como en mayo del 2003 la jueza Helga Marchant confirmó que la quiebra del club quedaba alzada provisionalmente. Este hecho hizo posible que una administración colegiada (cuatro integrantes) se hiciera cargo de la institución con la clara misión de pagar las obligaciones del club a sus acreedores, pero siempre bajo la vigilancia del tribunal. De esta manera, suscrito dicho convenio, Juan Carlos Saffie ponía término a su labor encomendada.

Muchos en ese entonces lamentaron la partida del síndico. En el ambiente quedaba la sensación que gracias a este funcionario, el club había podido librarse –temporalmente- de la grave amenaza de verse rematado. Sin duda que para la prensa y para el hincha que se informa a través de ella, tanto el logro del campeonato de clausura 2002 como el levantamiento de la quiebra, parecían ser frutos de la sindicatura y específicamente del trabajo de Saffie.

Frente a esta figura de la historia de la quiebra del Cacique es que me quiero detener un segundo. Durante el año de sindicatura de Saffie  y frente a ciertos acontecimientos, es que en el entorno de Colo Colo muchas cosas quedaron sin respuestas o simplemente se brindaron aclaraciones poco convincentes. Un interesante ejemplo fue el rechazo que le provocó a Saffie que Colo Colo escogiera a Riutort como nuevo Presidente del club. Hecho se produjo una vez acontecida la renuncia de Dragicevic. Para el síndico de quiebras, era absolutamente innecesario que un dirigente del club se entrometiera en asuntos de su exclusiva competencia. Primero, porque la propia ley indica que los dirigentes, gerentes y cualquier otro cargo del fallido cesan en sus funciones desde el momento de la declaración de quiebra. Y segundo, porque la responsabilidad de administración la asume de manera exclusiva el propio Síndico. Sin embargo, resultaba evidente y necesario, que los socios tuvieran un representante que velara fidedignamente por los intereses de la Corporación durante todo el proceso…

Ahora, ¿era Riutort el indicado para asumir aquella tarea? A juicios de la mayoría no. Este Presidente debía –por Estatuto- ser elegido en  una Asamblea de socios y no por el directorio como resultó ser. Además, accedió a la testera del club con el firme patrocinio del ex timonel Eduardo Menichetti (acusados por muchos de ser el gran y original responsable de la situación dramática de la institución), lo que provocó urticaria entre muchos socios e hinchas del club. Todo esto, a ojos del síndico, desacreditaba aun más a Riutort y su intervención.

Juan Carlos Saffie desde un comienzo habló mal de todos los dirigentes del Cacique. Públicamente defendía y justificaba sus actuaciones, y esgrimía que si tal medida se adoptaba, era porque las administraciones anteriores habían dejado al club en esa delicada situación. Es así como Riutort –en un principio- no fue considerado en lo más mínimo por el síndico.

Históricamente, el protagonismo que tiene Colo Colo es sumamente potente. Siempre se ha dicho que el Presidente de Colo Colo viene a ser como un segundo Presidente de Chile en cuanto a la atención que éste acapara. Si bien es cierto, Saffie nunca ocupó ese cargo, a ojos de los hinchas parecía serlo y con el correr del tiempo, éste claramente aprovechó de aquella resonancia para sus propios intereses.

Mientras la prensa informaba que Saffie era un ejemplo de administración, en la interna se observaba como el síndico ya se ganaba sus primeros enemigos… Socios y antiguos dirigentes lo acusaban de excederse ampliamente del mandato legal que le encomendaba la sindicatura. Se decía que éste se había dado el lujo de desafectar y cerrar filiales del club, aumentar las cuotas sociales y modificar el padrón de socios. Hechos que claramente sobrepasaban el campo de atribuciones y además vulneraban gravemente el Estatuto.

Así por ejemplo, Saffie fue acusado por un grupo de dirigentes de filiales, que sostenían que el síndico habría afirmado que al llegar al club y al asumir sus funciones, éste había constatado la inexistencia de balances y rendiciones de cuentas. Además de la nula existencia de algún tipo de registro de socios. Sin embargo, ex dirigentes del club afirmaban que el padrón de socios si existía y por lo demás, estaba perfectamente respaldado… Entones ¿Por qué Saffie negaba o buscaba desconocer la estructura social de la Corporación? ¿Cuál era el real interés de Saffie? ¿Ayudar a Colo Colo más allá de lo netamente económico (La Corporación y sus socios)? ¿O simplemente su propósito era vender rápido los activos del club? … El desconocimiento y la desconfianza reinante entre los mismos dirigentes, permitían que Saffie actuara con plena libertad y con absoluta propiedad en los más diversos ámbitos.

El mismo Saffie –en la interna- consideraba que las filiales no eran más que un instrumento político que era manejado por el señor Dragicevic. El rechazo era absoluto y sus actuaciones así lo hacían notar. No pasó mucho tiempo y el síndico unilateralmente impuso un aumento de las cuotas que debían pagar los socios. Frente a aquello es que vuelvo a preguntar: ¿quién facultó a Saffie para decidir sobre estas materias? ¿Acaso el cargo de síndico le daba el poder omnipotente de no respetar la voluntad de la Corporación?... Personalmente estimo que el síndico no tenía atribuciones en este aspecto, pero en lo concreto, este hecho llevó a que muchos socios se restaran –acertada o erróneamente- de pagar sus cuotas, y por consiguiente, a quedar desafectados del club.

Seamos claros. ¿Qué seguridad había que todos los recursos (cuotas) se destinaran a aliviar la grave situación de la institución? ¿Acaso no era justo dudar de lo que estaba haciendo el síndico, sin el consentimiento de una Asamblea de socios y un directorio?... En la práctica, quiéralo o no, esto fue destruyendo poco a poco a la Corporación y alejando al socio del club.

Ante todos hechos yo me pregunto ¿Qué hacía el señor Carlos Riutort, Presidente de Colo Colo frente a estos graves atropellos? … al parecer, nada.

Pero Saffie no solo fue cuestionado por lo anterior. El síndico también se vio enfrentado al jugador Héctor Tapia y su representante (padre). Por aquellos días, el delantero que nació futbolísticamente en el club y que tantas alegrías nos había brindado, pasaba a vivir duros momentos en su vida profesional. Cuando Saffie estructuró el equipo para el apertura 2002, la primera medida que adoptó, fue la de rebajar las remuneraciones hasta en un 70%. La posición del síndico era absolutamente clara e intransigente. El que acepta las condiciones se quedaba… el que no, se podía ir.

En ese contexto, recuerdo como los jugadores del plantel 2001 pasaban uno por uno a entrevistarse con el síndico. Como resultado, algunos aceptaron dichas condiciones económicas y asumieron el desafío. Muchos no estuvieron de acuerdo y emigraron del club. Y otros con negociaciones de por medio, terminaron quedándose en Colo Colo. Cierta tranquilidad existía entre los hinchas al enterarnos que los referentes Marcelo Espina y Marcelo Barticciotto estarían para el año 2002. Y para hacer frente al problema de la conformación del plantel, la reducción en la cantidad de jugadores fue suplida con los jóvenes nacidos y formados en las inferiores del club. Había llegado el momento de demostrar de qué estaban hechos.

En lo respecta a Tapia, el goleador había decido quedarse y afrontar el reto deportivo. Inclusive, estuvo presente en aquella oportunidad en que junto al resto del plantel y tomados de la mano, salieron al césped de Arellano luciendo aquella polera que decía: “A morir por el Colo. Ayúdenos”… Sin embargo, al poco tiempo veíamos como el goleador partía del club y se ganaba el repudio casi unánime de toda la hinchada popular. En el ambiente quedaba la sensación y la prensa así también informaba, que el jugador se iba por plata y por no coincidir las pretensiones económicas que él tenía, con lo que se le ofrecía por concepto de remuneración.

Tal es así, que la misma Garra Blanca, que por aquel entonces lucía un recordado lienzo en la parte superior del sector Arica, donde figuraban los rostro de algunos importantes referentes del club, entre ellos el retrato del mencionado Héctor Tapia. Sin embargo, con la  partida del atacante y por los motivos que se comentaban, decidieron dibujar sobre su cara un signo peso. ($)

Al ver a uno de los nuestros vestir la camiseta de otro equipo, justo en momentos en que se necesitaba más que nunca de los referentes del club, el hecho generaba –en muchos- una mezcla entre rabia, pena y confusión… Y así pasaron los años. El Tito volvió al Monumental en varias ocasiones como rival y luego como jugador de Colo Colo, pero la relación con la hinchada nunca fue la misma.

¿Qué pasó realmente entre Tapia y Saffie ese febrero de 2002? ¿Realmente fue por plata lo que motivó a Héctor Tapia a irse de Colo Colo? ¿O de algo no nos enteramos?... Desde mi perspectiva y con el paso de los años, concluyo que es evidente que solo fuimos capaces de oír o leer una parte de la historia, pero la versión del jugador poco y nada se supo… ¿No se habrá buscado informar de esa manera los hechos?… 

Frente a todo esto -y para ser justos- es que resulta necesario conocer el sentir que tenía Héctor Tapia por aquellos días. "Es doloroso que no se me reconozca todo lo que he hecho por Colo Colo" (…) Sobre la oferta que le hizo el síndico, Tapia comentó que "aunque no llegamos a hablar de plata, no se me trató como corresponde a un jugador de casa, capitán del equipo y goleador del 2001. Hoy, Colo Colo está manejado por gente no futbolizada. No me voy por plata, si hasta le he prestado dinero al club... Le digo al síndico que no desarme el equipo para que Colo Colo no muera…” 

Esto es un extracto de una nota hecha por Terra al goleador en aquellos días y que desmiente las razones que muchos creímos o nos hicieron creer… ¿Qué quiso decir Tapia con que no lo trataron como correspondía? ¿Por qué se dejó o se buscó dejar ir a Tapia? ¿Es coincidencia que el -otrora- entrenador Jaime Pizarro no aceptase el ofrecimiento de Gabriel Coca Mendoza de jugar gratis por Colo Colo? ¿O qué es tan cierto que Pedro Reyes de igual manera se habría ofrecido y también fue desestimado y es por eso que terminó jugando en las pajarracas?... no se!!... muchas dudas quedan con el proceder del señor Síndico que para los medios y los espectadores, era el gran “redentor”.

Pero no solo esas prácticas dejaron dudas. También recibió acusaciones tales como despidos ilegales de funcionarios, no realización de las cotizaciones provisionales y no efectuar la entrega de los respectivos certificados de renta. Se agregó que en aquella época, Saffie ni siquiera dejaba a los ex trabajadores retirar sus asuntos personales del lugar de trabajo. A lo anterior se suma la denuncia de que habría decretado el alza en un doscientos por ciento de los gastos por concepto de personal administrativo. Acusaciones que descartó, escudándose en que el Tribunal y la Junta de Acreedores eran quienes lo fiscalizaban…

Pero en términos concretos ¿Qué es un síndico? ¿Qué debía hacer?... Básicamente el síndico es un funcionario público -mandatado por la ley- para ser depositario de los bienes del club y administrarlos. Con ello, poder sacarle su mejor y máximo rendimiento, el que finalmente permitirá venderlos y así pagar con el resultado, los créditos de los acreedores reunidos en la Junta de los mismos.

¿Y Juan Carlos Saffie como síndico de quiebras realmente cumplió con su deber?

Como ya hemos visto, el señor Saffie no tan solo le importó bastante poco pasar por sobre la institucionalidad del club, sino que además, sacó interesantes provechos económicos durante su paso por Colo Colo.

Bastante molestia causaba ver como el “representante de los derechos del fallido” (como dice la ley), buscaba siempre restarle o bajarle el valor económico que tenía Colo Colo. Por ejemplo, este señor siempre indicaba que el Estadio Monumental no tenía mucho valor económico, y que con su venta no se lograría pagar la deuda a todos los acreedores.

Este mismo funcionario también tuvo la habilidad de colocar a varios amigos y socios (de negocios) en cargos dentro de la administración del club. Hizo que la gran mayoría de empleados de la institución –al ser despedidos- contrataran los servicios de un abogado amigo, el que llevaría todas las causas laborales contra el mismo club que Saffie representaba. A su vez, este síndico hizo desaparecer las Escuelas de Fútbol que históricamente han sido el lugar donde nacen nuestras grandes figuras, las que con el tiempo sirven para obtener interesantes réditos económicos.

¿Y cuáles fueron los resultados concretos de su gestión? el señor Saffie solo logró cubrir un porcentaje inferior al 3% de la deuda del club. O sea, con ese nivel de gestión ¿Qué esperanzas teníamos de salir de la quiebra con dicha administración?... ¿era el gran salvador tal como la prensa decía?

¿Y saben? por todo el trabajo de un año este síndico se llevó una cifra cercana a los 350 millones de pesos… jajaja… Además, varios de sus socios siguieron trabajando en la interna de Colo Colo durante el proceso de quiebra y cobrando suculentos sueldos… A claras luces, este fue un negocio perfecto para muchos, pero no precisamente para Colo Colo.

Si bien este funcionario no pertenecía al ámbito del fútbol, muchos en un principio creímos en sus palabras. Desde un inicio él supo que Colo Colo no podía ser vendido al mejor postor, más allá de la gran deuda que heredada la institución. Saffie al llegar al club supo que esta no era una empresa más en su listado de intervenciones. Colo Colo es parte del arraigo nacional y representa el sentir de millones de chilenos… no era negocio más!!... A Colo Colo había que salvarlo, pero de verdad…

Lamentablemente, luego de un año de administración de Juan Carlos Saffie, nuestro amado Colo Colo -institucionalmente hablando- resultaba mucho más dañado de lo que estaba… Colo Colo a pesar de la quiebra y de la crisis financiera, tenía una base social que unía a los miles de socios e hinchas a lo largo de todo el territorio. Con Saffie todo esto se perdió. El Cacique quedaba destruido por dentro y esas consecuencias aun se pagan en el día de hoy.

Y paradójicamente, el mismo Juan Carlos Saffie, quien al asumir su cargo de síndico en la quiebra de Colo Colo sostenía públicamente que él nunca se dedicaría a los negocios del fútbol, por considerarlos derechamente “sucios”… con el tiempo tuvo que desdecirse de sus palabras… ya que el "gran salvador" luego de sonar como posible Presidente de Colo Colo (aunque no lo crea) prestó sus asesorías en Palestino y alcanzó la Presidencia en el directorio de Ñublense… además de un par de negocios en que se constituyó como socio.

… al parecer no eran tan sucio el negocio del fútbol... sino que bastante lucrativo... ¿o no señor Saffie?


Continuará con la tercera y última parte...


*Si no leiste la 1era parte, acá te dejo el link: 
http://t.co/0iGzPPG 

6 comentarios:

  1. Buen artículo aunque la traición de Riutort es mucho mas grande, investiguela va por buen camino, y hay preguntas que continúan sin respuestas, tales como:

    ¿Cuál era el MONTO vencido de Colo Colo al momento de la quiebra?
    ¿Cuál fue el costo de la administración de los síndicos en Colo Colo?
    ¿En cuanto evaluo Saffie y sus secuaces los activos de Colo Colo a la quiebra?
    ¿En cuánto valoraron la cantera de Colo Colo Saffie, Riutort y Baquedano?
    ¿Quien pagó el balance que encargó Riutort y presentado como escandalo en el mercurio dos meses antes de la quiebra?
    ¿Cuánto con quienes y por que concepto era la deuda acelerada con que Saffie y la prensa abultaban la deuda?
    ¿A cuanto ascendió la deuda total, quienes y por que eran esas acreencias?
    ¿De que monto era la deuda con el SII real, no considerando la derivada del DFL1?
    ¿Cuánto se pagó realmente para levantar la quiebra y a quienes?
    ¿Cómo se pago la deuda del SII y cuando y como?
    ¿Quien autorizó a Saffie para que entregara a la ANFP la autorización amplia de negociar y DISPONER de los Dºs de imagen del club?
    ¿Porque Saffie abandonó el juicio de Colo Colo vs SII por el DFL1 dejandolo en la indefención absoluta?

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  2. saffie no fue el primero ni el ultimo en usar a colo-colo para sus propios fines, el ultimo ejemplo es el actual presidente, creo k hay tantas preguntas sin respuestas k es difícil algún día se sepan, ojala me ekivoke y las sepamos, pero lo único claro es k este acontecimiento no debemos olvidarlo para no caer en lo mismo en el futuro

    saludos

    @PabloReyes_F

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  3. saffie era un gran malnacido el chuchasumadre... al igual que baquedano, varela, etc...

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  4. CTM que rabia ver como se cagaron a mi equipo, puta que cuesta encontrar gente honrada

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  6. Y la tercera parte cuando..???

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